Todavía no sé que cara pones cuando te enfadas o cuando pierdes algo. Tampoco sé cuanto echas de menos tu cama este año. No tengo ni idea de si prefieres los pares o los impares o pese a todo aún no he descubierto que canción escuchas cuando te dejas llevar, ni que es lo que pasa por tu cabeza cuando después de muchas copas acabas por ser completamente tú.
Todavía no sé los decibelios de tu risa. Ni como bailas, ni como corres cuando estás a punto de perder o encontrar algo. No conozco el tacto exacto de tus manos, ni tu cara al despertar. Tampoco he visto como te pesan los ojos cuando estás al borde de abandonarte a los sueños. Ni tu pelo despeinado, ni tu nariz arrugada, ni como encoges los pies si tienes frío.
Tampoco sé si prefieres el lado derecho de la cama o si tendríamos que pelearnos a cosquillas por el izquierdo. No sé si alguna vez perdiste un tren, un avión o simplemente las llaves de casa. Tampoco sé por qué criterio ordenas o desordenas tu armario.
Aún no te he visto asomarte a una ventana y hacer bonita cualquier calle, ni retar a alguien. No sé como reaccionarías a mis manías tontas. Ni a mis tropezones, miradas homicidas o carcajadas sin sentido.
Ni cual es tu bebida favorita, ni que número de pié calzas, ni si eres supersticiosa. No te he visto andar en calcetines por casa, ni ponerte mi camisa para desayunar...
Pero sé que tu sonrisa esta haciendo que piense en todas estas cosas sin ni siquiera hacerlas.
Todavía no sé los decibelios de tu risa. Ni como bailas, ni como corres cuando estás a punto de perder o encontrar algo. No conozco el tacto exacto de tus manos, ni tu cara al despertar. Tampoco he visto como te pesan los ojos cuando estás al borde de abandonarte a los sueños. Ni tu pelo despeinado, ni tu nariz arrugada, ni como encoges los pies si tienes frío.
Tampoco sé si prefieres el lado derecho de la cama o si tendríamos que pelearnos a cosquillas por el izquierdo. No sé si alguna vez perdiste un tren, un avión o simplemente las llaves de casa. Tampoco sé por qué criterio ordenas o desordenas tu armario.
Aún no te he visto asomarte a una ventana y hacer bonita cualquier calle, ni retar a alguien. No sé como reaccionarías a mis manías tontas. Ni a mis tropezones, miradas homicidas o carcajadas sin sentido.
Ni cual es tu bebida favorita, ni que número de pié calzas, ni si eres supersticiosa. No te he visto andar en calcetines por casa, ni ponerte mi camisa para desayunar...
Pero sé que tu sonrisa esta haciendo que piense en todas estas cosas sin ni siquiera hacerlas.
1 comentario:
Esta hermosa la entrada que le dedicaste a tu novia, describes cada cosa por la cual la amas y lo que te hace enamorarte mas de ella (:
me encanto
un abrazo !!
y pásate cuando gustes
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